Aunque algunos estados de Estados Unidos han autorizado el uso de ciertos extractos de marihuana para tratar casos severos de epilepsia, la rigurosa investigación necesaria apenas ha comenzado para mostrar si esos compuestos son eficaces en verdad.
Investigadores dijeron el lunes que un pequeño estudio sobre la seguridad del producto deja entrever en sus recientes conclusiones que la eficacia del extracto de cannabidiol debe ser sometida a pruebas reales.
A principios de mes comenzó la inscripción de pacientes para el siguiente paso del experimento, que probará una versión altamente purificada llamada Epidiolex y un placebo, dijo el investigador principal, doctor Orrin Devinsky.
El especialista hablará del estudio para probar la seguridad del medicamento durante una reunión de la Academia de Neurología de Estados Unidos la próxima semana.
“Existe la imperiosa necesidad” de mejores medicamentos contra la epilepsia, dijo Devinsky, que dirige el Centro Integral Langone de Epilepsia en la Universidad de Nueva York.
El cannabidiol, o CBD, no tiene efectos psicoactivos y se combina con un aceite para facilitar la ingestión a los pacientes formando un medicamento al que se le atribuye potencial para atender casos de epilepsia difíciles de tratar.
Por su parte, varias familias desesperadas por buscar una solución para sus hijos que sufren convulsiones intratables han ocupado titulares de prensa en el último año por mudarse a estados como Colorado que permite el uso medicinal de la marihuana. Buscan el compuesto para sus hijos o cabildean en sus propios estados para que se les permita el uso de ese concentrado con fines medicinales.
Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, 23 estados tienen amplios programas de marihuana medicinal mientras que otros 11 han aprobado recientemente iniciativas que permiten el acceso limitado a algunos productos que contienen cannabidiol.
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